Crisis agrícola en Francia: patatas rechazadas se venden a precio solidario
Francia: tensión entre los productores y las grandes industrias

En Francia, las tensiones entre los agricultores y la industria alimentaria crece cada día, en un contexto de estrictos requisitos de calidad y crecientes dificultades económicas los productores terminan regalando la producción que no consiguen vender. Es vergonzoso lo que les está pasando. Thierry Sénéchal, un productor agrícola de La Gorgue, en el norte de Francia, ha conseguido movilizar a toda la comunidad local tras poner a la venta, a precio reducido, 50 toneladas de patatas que no fueron aceptadas por un conocido fabricante de patatas fritas.
Y es que las tensiones entre los agricultores y la industria alimentaria crece cada día, en un contexto de estrictos requisitos de calidad y crecientes dificultades económicas.
El pasado domingo 10 de agosto se presentaron en el campo de Sénéchal decenas de personas para conseguir las patatas que repartían desde un camión. Cada cliente, que iba con cubos, cajas y carretillas, podía llevarse toda la cantidad que quisiera a cambio de EUR 10 (USD 11.7). "Adelante, puedes llevártelo" , animó el agricultor mientras descargaba el cargamento. La escena pronto se llenó de vecinos y curiosos.
El bajo precio fijado por Sénéchal atrajo a muchísimos vecinos, y el gesto fue muy bien recibido, con agradecimiento por quienes participaron en la recolección. La iniciativa fue valorada como un gesto positivo hacia los vecinos, pese a lo triste que pudiera resultar para su organizador. Los asistentes resaltaron la variedad de usos que darían al producto, como puré, sopa o al horno, con la intención de dar rienda suelta a su imaginación.
Más que una oferta comercial, la acción de Sénéchal se convirtió en un acto de solidaridad y denuncia de la situación que atraviesan muchos agricultores. Otra vecina expresó que habían acudido principalmente para apoyar a los agricultores, que trabajan todo el año, y consideró vergonzosa la situación que estaban atravesando. La venta simbólica también permitió evitar que las 50 toneladas de patatas acabaran en la basura, un destino habitual para los productos rechazados por la industria.
Imágenes de decenas de agricultores, quienes han protestado este jueves frente al Ministerio de Agricultura. Varios tractores han llegado hasta el ministerio portando sus carteles reivindicativos.
Esta decisión fue tomada por Sénéchal surge tras el rechazo de tres camiones de patatas por parte de la empresa canadiense McCain, especializada en productos congelados y patatas fritas. La empresa rechazó cinco envíos de patatas porque no cumplían los "criterios de calidad".
El conflicto entre el agricultor y McCain se desencadenó tras el envío de ocho camiones de patatas procedentes de la misma parcela. Mientras cinco de ellos fueron aceptados, el resto quedó descartado bajo el argumento de que el producto no cumplía los "criterios de calidad" exigidos.
Thierry Sénéchal:
"Esta patata es bonita. Sin embargo, tiene un pequeño golpe aquí y un poco de verde. Así que para ellos, no vale. Te dirán que es una garantía de calidad, pero cuando las patatas están a 500 euros la tonelada, no te preocupes, no te dirán nada y las aceptarán."
La versión de McCain se basa en los contratos establecidos con los proveedores, en los que figuran requisitos de calidad orientados a garantizar la idoneidad del producto para su transformación industrial. Fuentes de la empresa han asegurado que "los lotes en cuestión no cumplían los criterios de calidad, por lo que no pudieron ser aceptado".
Esta decisión ha supuesto para Sénéchal una pérdida económica calculada en torno a EUR 9.000 (USD 10.500). El productor lamentó que, en la actualidad, la situación sea complicada debido a los elevados gastos de mecanización, el alto coste de insumos como fertilizantes y productos fitosanitarios, así como a las estrictas normas medioambientales que deben cumplir.
Un agricultor de patatas se ve obligado a paralizar su trabajo (Pexels) La situación ha impactado también en la siguiente generación. Alexis Sénéchal, hijo de Thierry, reflexionó en el medio anteriormente citado sobre el futuro del sector agrícola en su primer año al frente de la explotación familiar.
Alexis Sénéchal:
"Me da miedo, es mi primer año, pero ya me estoy planteando si seguir en la agricultura o no. ¿Debería cambiar de sector, dedicarme a otra cosa? Porque aquí no voy a triunfar en la vida."
"Con jornadas que superan las 320 horas al mes, no le importa no ganar mucho dinero siempre que pueda vivir de su pasión, aunque destacó que el problema es tener que pagar para ejercer su profesión a pesar de los numerosos sacrificios que ya realizan."




